Publicado el martes, 03 de marzo de 2009. Revisado el miércoles, 23 de septiembre de 2009.
Autor: Rosa Sorribas
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La elección del portabebés
Utiliza un portabebés adecuado para la edad de tu bebé. Algunos modelos no son adecuados para bebés muy pequeños, que podrían resbalar y caer al suelo. Por otra parte, la mayoría de sistemas portabebés tienen algún tipo de límite de peso. Comprueba las recomendaciones del fabricante antes de decidir.
Para empezar
- Practica antes de empezar. Prueba el portabebés con un muñeco que puedas rellenar con algo de peso para que resulte más realista, y practica cómo agacharte (doblando las rodillas), pasar por una puerta (¡Cuidado con la cabeza del bebé!), realizar movimientos rápidos, y poner y sacar al bebé del portabebés. La mayor parte de los accidentes se deben a un tropiezo o caída del portador; es importante desarrollar el reflejo de abrazar y proteger a tu bebé en caso de que suceda algo inesperado. Te será de gran utilidad practicar estos gestos hasta que se conviertan en un acto reflejo.
- Cuando empieces a llevar a tu bebé, puedes sostenerlo también con un brazo hasta que te sientas segura.
- Aprende a llevar tu portabebés correctamente de forma que te resulte cómodo. Es importante para tu cuerpo y para la seguridad de tu bebé.
- Cambia de posición. Los fisioterapeutas recomiendan ir cambiando de posición, o de brazo, si estás haciendo algo durante mucho tiempo. Si utilizas un portabebés que carga el peso sobre un lado, como la bandolera o el pouch, esto significa cambiar de hombro con regularidad (por ejemplo, cada vez que llevas a tu bebé). Cuanto antes te acostumbres a ello, más fácil te resultará. Tu bebé agradecerá esos cambios de posición, sobre todo si lo llevas durante largos períodos. Déjate guiar por tu sentido común y por las señales de tu bebé.
- Sostén a tu bebé cuando tengas que inclinarte.
- Incrementa gradualmente tu resistencia. Si comienzas a llevar al bebé desde el nacimiento, esto se produce de forma natural, a medida que el bebé va ganando peso. Si empiezas con un bebé algo mayor, entrena mediante varias sesiones cortas cada día, mejor que una larga. Ve incrementando gradualmente la duración, a medida que tu musculatura se adapte a ello.
- Aprende a llevar el bebé a la espalda. Es un poco más complicado que llevar al frente o a la cadera. Ten alguien junto a ti para observar y ayudarte en tus primeros ensayos, pídele que compruebe si el bebé está bien sujeto en el portabebés. Si necesitas urgentemente llevar el bebé a la espalda y no tienes a nadie que te ayude, practica primero con un osito de peluche o un muñeco. Una vez que te sientas segura, practica con tu bebé: elige un lugar seguro (por ejemplo, encima de una cama) y comprueba cuidadosamente la posición y el ajuste mirándote en un espejo.
El día a día
- Comprueba las costuras, correas y hebillas con regularidad.
- Ten cuidado con lo que que pones dentro del portabebés. Esto es muy importante cuando se trata de bebés muy pequeños: llaves, monederos y pañuelos pueden ser objetos peligrosos si con el movimiento terminan por caer cerca de la cara del bebé o golpear su delicada piel. Muchos portabebés disponen de bolsillos adecuados para contener este tipo de objetos.
- Protección solar. Los bebés llevados en portabebés pueden estar muy expuestos a los elementos, así que deben aplicarse las normas habituales de protección solar. Los portabebés pueden ofrecer una protección solar variable. Si utilizas una bandolera, puedes tapar al bebé con la tela de la cola, pero la mayoría de los tejidos no proporcionan protección total. Existen en el mercado bandoleras confeccionadas en un tejido relativamente nuevo, el Solarveil™, que asegura brindar una protección solar más eficaz que el tejido normal, sin dar calor. Cuidado también con las piernecitas del bebé: los pantalones y vestidos se suelen subir, dejado expuesta al sol su delicada piel.
- No dejes a tu bebé sin vigilancia en un portabebés. Hay quien deja al bebé sentado en una mochila de estructura rígida, que se puede volcar al menor golpe o movimiento del bebé. Esta es la causa principal de los accidentes producidos por un uso inadecuado de un portabebés. Algunos portabebés también se pueden usar como arneses (por ejemplo, con un carrito de supermercado, para improvisar una trona atando al niño a una silla, etc.). Piensa que un portabebés no es un arnés de cinco puntos, y que la silla donde atas a tu bebé puede que no tenga la suficiente estabilidad.
Actividades especiales
- No cocines al fuego ni lleves líquidos muy calientes cuando estés llevando a tu bebé al frente o a la cadera. Si llevas el bebé a la espalda, ten mucha precaución.
- Cuidado con la cola de tu bandolera o fular. Una cola larga se puede prender accidentalmente si te acercas al fuego. También se pueden quedar enganchadas en las puertas.
- Deja los objetos peligrosos lejos del alcance de las manitas del bebé. Sobre todo mientras cocinas: cuchillos, tijeras, vasos de cristal, etc. pueden ser objetos tentadores para unas manitas inquisitivas. Si llevas el bebé a la espalda, puede que agarre cosas sin que te des cuenta.
- Los portabebés no son adecuados para determinadas actividades. No utilices un portabebés para ir en coche, pues no proporcionan ningún tipo de protección. En cuanto a la práctica de deportes o para ir en bicicleta, sé prudente y usa el sentido común: ¿qué le pasaría al bebé si tú te cayeras? ¿va a tener que soportar muchos empujones o sacudidas? Suele haber alternativas mucho más seguras.
Utiliza tu sentido común. En caso de duda, no corras riesgos innecesarios.
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Rosa Sorribas es consultora de lactancia certificada internacional (IBCLC), doula y fundadora de Crianza Natural. Ha impartido cursos y conferencias sobre temas de lactancia, crianza y porteo.
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