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No todos los problemas de lactancia son debidos a los frenillos

Publicado el lunes, 02 de noviembre de 2015. Revisado el lunes, 02 de noviembre de 2015.
Autor: Bobby Ghahery
Tiempo medio de lectura: 3 minutos y 57 segundos

Cuando se identifica cualquier nuevo problema médico, se genera una corriente de excitación encaminada a ayudar a todos aquellos que lo necesitan. A veces, esta excitación puede llevar a una atribución errónea de un problema a este "nuevo" diagnóstico. A pesar de que el frenillo lingual o labial no son técnicamente nuevos diagnósticos, la correlación entre un frenillo tenso y los problemas de lactancia sí que es relativamente nueva. Como cada año trato muchos bebés que tienen problemas con el frenillo, inevitablemente acabo rechazando a muchos de ellos que no necesitan tratamiento.

No todos los clavos necesitan el mismo martillo. Los frenillos linguales y labiales pueden causar algunos problemas de lactancia, pero no todos.

El primer lugar al que una madre y su bebé deberían acudir cuando tienen problemas de lactancia es a una consulta de una IBCLC (consultora de lactancia certificada por un organismo internacional).

Hay muchos motivos posibles para los problemas de lactancia. He preguntado a un grupo de expertas consultoras de lactancia sobre otras causas de los problemas de lactancia (específicamente, dolor) y este es el resultado:

  • Problemas en la técnica – Esto incluye una técnica deficiente en el agarre, especialmente en la posición. A menudo, las madres inexpertas visualizan la lactancia materna como dar un biberón (algo que también puede ocurrir cuando el bebé tiene una confusión del pezón al pasar del biberón al pecho). Les presentan el pezón en lugar el pecho, lo que puede causar dolor. Una mala posición puede ser realmente un problema, causado, a menudo, por un modelo inapropiado de cojín o por la forma de sujetar al bebé. Amamantar a un niño acróbata, que puede olvidarse del pecho cuando algo más interesante pase por delante, puede causar dolor.
  • Problemas anatómicos en el bebé – Hay otros detalles anatómicos distintos al frenillo lingual o labial que pueden afectar la lactancia de forma negativa. Uno de los más habituales es la tensión en la musculatura oral o del cuello. Puede tener su origen en un parto traumático, una posición intrauterina poco adecuada o tortícolis. Algunos trastornos congénitos del bebé pueden afectar su anatomía oral o facial, dando como resultado una lactancia extremadamente difícil (labio leporino o fisura palatina, por ejemplo).
  • Factores específicos que afecten al pecho – Mientras que algunos de estos factores pueden deberse a un frenillo lingual o labial, las enfermedades del pecho pueden ser, por ellas mismas, la única causa de problemas. La enfermedad de Raynaud o los vasoespasmos puede hacer que la lactancia sea extremadamente dolorosa. Si el pecho está muy ingurgitado puede ser que el bebé encuentre difícil agarrarse a un pecho tumefacto. Las mastitis, los conductos obstruidos o las perlas de leche pueden venir motivadas por un trauma producido por un mordisco o masticación del bebé. Algunas madres presentan reacciones alérgicas a productos que se han aplicado en el pecho o a fragancias en la cosmética o en detergentes. Un pequeño grupo de madres tiene dolor cuando se produce la eyección de la leche, algo conocido como D-MER. Incluso un historial de piercings en el pezón puede ser la causa de una sensibilidad nerviosa en la madre durante la toma.
  • Factores psicológicos o sanitarios de otro tipo pueden afectar la lactancia – La depresión posparto puede magnificar cualquier incomodidad o molestia en el pecho. Se pone especialmente de manifiesto cuando el bebé tiene otros motivos para tener problemas de lactancia (específicamente con frenillo lingual o labial). Cualquier historia previa de abuso sexual puede desembocar en una gran dificultad para una lactancia exitosa. Un trastorno de dolor primario, como la fibromialgia, puede convertirse en un problema para una madre que está intentando amamantar. Algunas madres experimentan una creciente incomodidad cuando regresa la menstruación.
  • Uso de material incorrecto – El uso inadecuado de una pezonera puede causar problemas en la lactancia, ya sea porque produce una transferencia de leche insuficiente, genera frustración en el bebé o supone un gran dolor para la madre. Además, el uso incorrecto de un extractor de leche puede causar una presión excesiva y dolor en los pezones.

Esta lista no es exhaustiva ni mucho menos. Solo sirve para mostrar que una madre que está experimentando dificultades en la lactancia debe visitar a alguien que esté versada en diagnosticar estos problemas potenciales. Obviamente, los frenillos linguales y labiales pueden jugar un papel en los problemas de lactancia, pero me preocupa la mentalidad de que se tome esto como una panacea para resolver los problemas de la madre y el bebé, en especial cuando estas díadas se desesperan al ver que algo tan básico e importante se convierte en una tarea tan difícil.


Sobre Bobby Ghahery
El Dr. Bobby Ghaheri es otorrinolaringólogo y cirujano, y es uno de los pioneros en el tratamiento de frenillos mediante láser.

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