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El código de comercialización de sucedáneos de leche materna

Publicado el viernes, 16 de junio de 2017. Revisado el viernes, 16 de junio de 2017.
Autor: Marta Busquets Gallego
Tiempo medio de lectura: 8 minutos

¿En qué consiste, a grandes rasgos, el código de comercialización de sucedáneos de leche materna?
El Código consiste en una serie de recomendaciones que los Estados firmantes deberán implementar a través de sus legislaciones. De este modo se prohibe la publicidad abusiva y/o engañosa, tales como distribuir materiales promocionales (bolígrafos, pósters, pegatinas, etc) que después se colocan en centros de salud, hacer regalos o dar incentivos a los profesionales de salud, suministrar a hospitales productos a bajo coste, dar muestras gratuitas, o dar información no acorde con la evidencia científica.

¿Cuál es su finalidad?
El Código surge en los años 80 tratando de paliar los efectos de la corrupción farmacéutica y las prácticas incorrectas y abusivas por parte de las mismas a la hora de comercializar sus productos, lo cual estaba afectando muy gravemente a nivel de morbomortalidad infantil a bebés que, en vez de ser amamantados, eran alimentados con lactancia artificial.

Reconoce que la lactancia es un problema de salud pública a la vez que reconoce que existen intereses económicos para la industria de la leche de fórmula en tratar de que las madres no amamanten. Por lo tanto, en una situación de emergencia para la lactancia materna, trata de protegerla frente a los intereses de la industria.

Muchos profesionales manifiestan no conocerlo. ¿Crees que se cumple el Código en nuestro país?
La respuesta, por desgracia, es rotundamente no. Es muy habitual ver consultas pediátricas con publicidad de leches de fórmula o que los mismos pediatras te recomienden una marca en concreto de fórmula o te den muestras, a pesar de que está rotundamente prohibido. Tengo una amiga farmacéutica que siempre me dice que dependiendo de qué fórmula le pide una madre ya sabe de qué consultorio viene.

En los hospitales también es muy habitual que los "suplementos" (eufemismo para fórmula) sean regalados al centro. Incluso sé de centros en Barcelona que se erigen como bastiones del parto respetado donde en dichos "suplementos" se indica claramente la marca y hay imágenes del osito azul, lo cual es una ilegalidad tremenda.

Hace poco también envié una carta a un hospital que tenía toda la zona de maternidad empapelada con pósters vintage de Nestlé de publicidad de fórmula. Estos pósters habían sido donados por los visitadores médicos de Nestlé, lo cual ya es un indicativo muy potente del tipo de relación que hay entre los visitadores y los centros de salud y los profesionales. Es ilegal que una planta de maternidad esté repleta de pósters que idealizan la alimentación con biberón, porque allí hay madres que probablemente estén empezando con la lactancia materna y lo que necesitan es apoyo, no publicidad subliminal.

Por otra parte, las compañías se han inventado las leches de continuación para poder saltarse las prohibiciones de publicitar. Estrictamente lo que está prohibido publicitar son las leches que sustituyen a la materna, con lo cual te dicen "¡ah! pero esta no la sustituye, porque más allá de los seis meses la lactancia ya no es indispensable". Pero el truco está en que la caja es la misma y los dibujitos iguales, y en los anuncios siempre ponen a bebés que claramente están más bien por debajo de los seis meses, para influir en el imaginario colectivo.

Recientemente también se destapó en Alicante una macrored de sobornos a pediatras con pagos muy elevados y viajes por todo el mundo a cambio de hacer disminuir los porcentajes de lactancia materna en la zona. Como vemos, las compañías hacen todo lo que pueden para saltarse las prohibiciones, lo cual es un auténtico peligro para la salud pública y deja a las madres en una situación de vulnerabilidad frente a los intereses económicos de las farmacéuticas.

¿En qué se diferencia la situación española de la de otros países en cuanto al Código y la legalidad vigente? ¿Es cierto que el Código no se aplica aquí para artículos como chupetes, tetinas y otros similares?
Digamos que en España somos mucho más laxos en comparación con otros países europeos, donde aunque la situación tampoco es la ideal (al fin y al cabo los intereses de la industria son muy potentes), por lo menos tienen las cosas más claras y cumplen en mayor medida con la regulación.

Esta disparidad a la hora de aplicar el Código la usan las compañías a su favor. En los últimos años, en que poco a poco ha habido un movimiento para apoyar la lactancia en España, su mercado aquí ha ido disminuyendo, razón para que las compañías de fórmula ahora estén centradas por ejemplo en "aumentar cuota de mercado" en países como México.

Una cosa debemos tener muy clara: no quieren ayudar a las madres. Van buscando deliberadamente los lugares donde les es más fácil desinformar, difundir mitos y consejos contraproducentes respecto de la lactancia materna, para aumentar sus cuotas de negocio y, por ende, sus beneficios. Dicen que les importa mucho ser éticos, pero la globalización demuestra lo contrario. En los países del llamado tercer mundo incluso venden leche adulterada o que no cumple con los estándares de seguridad de las zonas industrializadas. En los años 80 se inició el famoso boicot a Nestlé, entre otras cosas por la altísima mortalidad en países del tercer mundo de bebés a causa de su márketing despiadado. Por todo esto es indispensable que se cumpla la regulación del Código.

¿Qué podemos hacer si detectamos alguna violación del código? ¿La actuación sería diferente en caso de observar un incumplimiento de la legalidad, del decreto?
Yo lo primero que haría es comunicar la ilegalidad a la persona o al centro. Suele funcionar, porque, como hemos dicho anteriormente, a pesar de que es su obligación, la mayoría de profesionales y/o centros ni siquiera están al corriente del Código. Por ejemplo, cuando iba a la pediatra con mi hija le expliqué que apuntar las cosas en un mini recetario de publicidad con dibujos del osito azul donde atrás ponía como preparar un biberón, era ilegal. O escribir una carta al centro hospitalario explicando la legalidad vigente y por qué tener empapelada el área de maternidad con pósters de Nestlé publicitando biberones, aunque sean pósteres de hace cincuenta años, es ilegal. Aunque fue a regañadientes los quitaron. Yo también ayudo a mujeres que lo desean a comunicar situaciones de ilegalidad que han vivido o detectado con sus profesionales de salud de referencia o los centros a los que asisten.

¿Suelen atenderse las denuncias? Si es así, ¿qué organismo las atiende?
A veces sí. En mi experiencia es más efectivo cuando las pones directamente en el centro. Pero, por ejemplo, para la publicidad que se hace en televisión o en cualquier medio de masas, habría que acudir a Autocontrol, que es un organismo autoregulado por las propias empresas que se publicitan. Cuando hemos intentado poner cualquier reclamación allí de violaciones flagrantes, nunca nos han dejado a pesar de que es ilegal. Nos piden varias veces los DNIs (alegando que los han perdido) y, a veces, nos llegan a decir que tenemos que pagar por el arbitraje porque nos buscan en Google, ven que facilitamos algún grupo de lactancia y alegan que tenemos interés económico de parte, lo cual es totalmente falso porque este voluntariado desde asociaciones se hace sin cobrar.

El caso es que se ponen todas las excusas posibles para no procesar las quejas y, si las procesaran, igualmente fallarían a favor de la propia compañía que para eso es un organismo "autorregulado". Saben que ir a juicio es muy costoso y que difícilmente alguien tendrá el dinero para asumir pleitear contra una multinacional en los juzgados, y eso juega a su favor.

¿Qué te parece la nueva aplicación que permite notificar las violaciones a través del propio teléfono móvil? ¿Crees que sería útil para procurar mejorar la situación en nuestro país?
No conozco la aplicación, pero creo que cualquier iniciativa puede ser útil, por un lado para concienciar a más personas sobre esta regulación y la importancia de la misma y, por otro, para que quede algún tipo de constancia y/o registro de las constantes y cotidianas vulneraciones que se producen con total impunidad.

¿Cuáles son las violaciones del código más habituales?
Todas son habituales. Tal vez lo que ha cambiado con el Código es que han dejado de ser evidentes y ahora se han sofisticado y la publicidad es más sutil, lo que creo que es muy peligroso porque la gente no sabe que está ante publicidad.

¿Qué te parece que empresas multinacionales de la alimentación subvencionen deportes, congresos de nutrición y webs de dietistas, y emitan anuncios para que parezca que velan por nuestra salud, mientras por otro lado se están saltando el Código en nuestro país y, sobre todo, en los más desfavorecidos?
Pues eso, me parece sencillamente una manifestación más de que en realidad están más preocupadas por dar una buena imagen y conseguir clientela que en velar por nuestra salud y, sobre todo, por la salud de las personas más pequeñas y recién nacidas.

Se sabe que, si consigues que una madre dé fórmula de la marca X a su bebé, hay muchas más probabilidades de que la familia sea clienta de tus productos de por vida. Además esa madre necesitará y tendrá tendencia a comprar otros productos periféricos (biberones, tetinas, chupetes, probióticos, tés de bebés, papillas industriales, alimentación prefabricada como potitos o galletas "para bebés", etc). Por lo tanto hay mucho dinero en juego, no solo el que se gasta en comprar fórmula en sí.


Sobre Marta Busquets Gallego
Marta Busquets es, además de madre de una niña de tres años y de un bebé en camino, licenciada en Derecho, escritora, monitora de lactancia y activista por los derechos fundamentales en general y de las mujeres en particular.

Documentos de Marta Busquets Gallego publicados en Crianza Natural

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