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Cómo elegir un sacaleches

Publicado el lunes, 20 de febrero de 2006. Revisado el miércoles, 26 de abril de 2017.
Autor: Rosa Sorribas
Tiempo medio de lectura: 8 minutos y 3 segundos

La necesidad de vaciar los pechos depende de cada madre, cada hijo y cada circunstancia. Hay muchas madres que no estarán separadas nunca de sus hijos más de dos o tres horas, y otras nunca tendrán una “subida de la leche” tan fuerte que les cause molestia. Pero para aquellos casos, tanto de repetición, como sería un bebé prematuro o la incorporación al mundo laboral, como ocasionales, como una ingurgitación o una separación puntual, es probable que la madre que amamanta a su hijo, se encuentre con la necesidad de extraerse la leche.

En todo el mundo, millones de madres se extraen la leche manualmente. De hecho, el 90% de las madres con niños prematuros o de bajo peso, les alimentan con su leche extraída de este modo. A pesar de que muchas madres encuentran este sistema muy eficaz, un buen sacaleches facilita mucho las cosas y ahorra tiempo cuando se hace necesaria una extracción repetitiva. Aunque aquí explicaremos la técnica de extracción manual, en un grupo de apoyo a la lactancia os pueden mostrar con más facilidad como se hace.

Pero, ¿necesito un sacaleches?
Si no estás segura de que puedas necesitar un sacaleches, responde a las siguientes preguntas y, si alguna es afirmativa, puedes considerar comprar o alquilar uno:

  • ¿Planeas separarte de tu bebé durante algunas horas seguidas de vez en cuando?
  • ¿Tienes previsto volver a trabajar a jornada completa o reducida?
  • ¿Te interesa sacarte leche para que papá u otra persona al cuidado del bebé se la puedan dar en tu lugar?
  • ¿Tienes un bebé prematuro o con requerimientos especiales para el que necesites extraerte leche?
  • ¿Quieres incrementar la cantidad de leche que generas?
  • ¿Quieres sacarte leche para aliviar la ingurgitación, dolor de pezón o algún síntoma de mastitis?

La primera cuestión que se debe responder a la hora de elegir un sacaleches es para qué se va a usar. Esto determinará la frecuencia de su uso, y si es necesario que sea sencillo o doble. Por ejemplo, si se requiere para incrementar la producción de leche y se va a utilizar mientras el bebé mama de un pecho para extraer leche del otro, es preferible un sacaleches simple, e incluso tal vez uno manual para que el ruido no moleste al bebé.

En su libro “Lactancia. Guía para la profesión médica”, la Dra. Ruth Lawrence dice que “un buen sacaleches tiene que poder vaciar completamente el pecho y estimular la producción. Tiene que ser limpio, no contaminante, fácil de usar y no traumático”.

Formas de extracción de la leche
Existen distintas maneras de extraerse la leche:

  • Extracción manual: es eficaz cuando se conoce la técnica y, aunque puede resultar cansada, algunas madres la prefieren. No es la más adecuada para extracciones muy frecuentes, pero sí que es el sistema más económico. Se puede realizar en casi cualquier lugar sin aparatos especiales y, con un poco de práctica, se puede efectuar sobre los dos pechos a la vez. Es silencioso pero nada discreto. La madre regula con sus movimientos la presión sobre el pecho, y depende en gran medida de la habilidad de la madre.
  • Extracción con un sacaleches manual: resulta eficaz para extracciones ocasionales. Es más limpio y fácil que la extracción manual. Ligero, económico, silencioso y discreto. Extrae leche de un solo pecho mientras en el otro se puede poner al bebé o extraer con otro sacaleches. La madre regula mediante una palanca o mecanismo equivalente la presión sobre el pecho.
  • Extracción con sacaleches eléctrico simple: eficaz para extracciones ocasionales y periódicas no muy frecuentes. Al igual que el sacaleches manual, sirve para un solo pecho. El ruido depende del motor. La madre regula con una ruedecilla la presión sobre el pecho.
  • Extracción con sacaleches eléctrico doble: es muy eficaz para extracciones periódicas frecuentes. La extracción se realiza sobre los dos pechos a la vez, con lo que el reflejo de eyección es mayor que si se realiza un pecho tras otro. Asimismo, el tiempo dedicado se reduce a menos de la mitad. También pueden usarse con un solo pecho.
  • Extracción con sacaleches hospitalarios: son ideales para extracciones periódicas muy frecuentes. Es el sistema más recomendado para situaciones en que el bebé no mama o apenas lo hace, y se requiere mantener o incrementar la producción. El aparato es bastante pesado y no resulta adecuado para traslados diarios. Es el tipo de sacaleches que se suele ofrecer en alquiler. Normalmente se compran las piezas que van a tener contacto con la leche, y se alquila por semanas o meses.

¿Sacaleches o extracción manual?
En primer lugar, es necesario indicar que ningún sistema de extracción será tan eficaz como un bebé mamando. La técnica que utiliza el bebé y la respuesta emocional de la madre nunca podrán ser igualadas. Todos los sistemas requieren un proceso de aprendizaje y al principio es normal que no se extraiga mucha leche. Puesto que el uso de un sacaleches no depende de la habilidad de la madre, es posible que resulte más eficaz. Normalmente la extracción manual requiere bastante práctica antes de poder sacar mucha cantidad de leche, aunque algunas madres la prefieren puesto que les parece más natural y les ayuda a estimular los pechos. Por otro lado, es probable que algunas madres no sean lo suficientemente hábiles o no tengan la fuerza o coordinación manuales para realizarla, o que simplemente les parezca demasiado cansado.

¿Cuánta leche sacaré?
Independientemente del sistema usado, en las primeras ocasiones es raro que salgan más de unas gotas. Poco a poco, con la práctica, la cantidad de leche extraída será mayor hasta conseguir vaciar los pechos. La extracción es un proceso tan físico como psicológico, así que se necesitan ciertas condiciones ambientales favorables para que la extracción funcione de manera óptima. Es habitual que en alguna ocasión, sea cual fuera el motivo, la cantidad de leche obtenida resulte muy escasa, incluso en madres experimentadas. Ante esta circunstancia, lo mejor es dejarlo para no agobiarse, y volver a intentarlo pasada una hora más o menos. Cada gota es muy valiosa para el niño que la está esperando, así que lo que salga, sea poco o mucho, es precioso.

La cantidad que una madre puede sacarse depende de varios factores:

  • El estado de la madre. Para estimular la “subida de la leche”, en algunos casos, una simple fotografía del bebé o una prenda con su olor bastarán, o incluso canturrear su nana favorita. En otros, será necesario un paño o una compresa caliente para dilatar los conductos. Un pequeño masaje en los pechos desde fuera hacia el pezón también puede ayudar, así como estimular los pezones.
  • El tiempo transcurrido desde la última extracción o toma al pecho del niño.
  • Lo experimentada que sea la madre.
  • Lo cómoda que se sienta la madre. El hecho de que el lugar resulte familiar y agradable permite que la madre se encuentre más relajada. Debería apagar los teléfonos y poner una nota de “ocupado” en el lugar donde vaya a pasar tanto rato para no tener que preocuparse por si alguien más necesita acceder al lugar. Un par de minutos de relajación pueden ayudar a serenarse si hasta entonces el ritmo ha sido demasiado alto.
  • La hora del día.
  • Su producción de leche. A veces, cuando parece que “un pecho se ha acabado”, va bien cambiar al otro y, antes de finalizar, volver al primero y luego al segundo para sacar las últimas gotas tan ricas en grasas.
  • Si está pasando por una situación estresante. En casos de niños prematuros, la madre puede tener sentimientos negativos, puesto que se pasa muchas horas frente a una máquina cuando lo que querría es tener a su pequeño. Es importante encontrar el apoyo necesario para relajarse y saber que ese gesto es de una importancia vital. La colaboración del padre y la familia es básica.
  • No todas las madres en las mismas circunstancias producen la misma cantidad de leche.
  • El sacaleches en sí. Algunos sacaleches funcionan mejor que otros. Hay algunos que funcionan muy bien siempre y otros que no.

Sin embargo, también hay factores de los que no depende la cantidad extraída:

  • La cantidad de líquidos que tome. La madre debe tomar los líquidos (agua preferentemente) que necesite para saciar su sed. Tomar más líquidos no conlleva producir más cantidad de leche.
  • La comida que haya tomado la madre. La comida puede variar el sabor de la leche pero no su cantidad. No se ha demostrado que haya ningún alimento que produzca más leche… a no ser que la madre así lo crea, siendo el aspecto psicológico el que le hará producir más leche, no el alimento.

El tiempo necesario para extraerse la leche es normalmente el mismo que tarda un bebé en vaciar el pecho, aproximadamente unos 10 ó 15 minutos. Así, el tiempo requerido es de una media hora más o menos. Si se usa un sacaleches doble, el tiempo se reduce a unos 15 a 20 minutos en total.


Sobre Rosa Sorribas
Rosa Sorribas es consultora de lactancia certificada internacional (IBCLC), doula y fundadora de Crianza Natural. Ha impartido cursos y conferencias sobre temas de lactancia, crianza y porteo.

Documentos de Rosa Sorribas publicados en Crianza Natural

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