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Edurne Estévez Bernal
Publicado el jueves, 25 de febrero de 2016 en Salud y nutrición
Se ha caído de la cama. Se ha tragado una moneda. Le acabo de sacar de la boca un trozo de cartón. Se ha resbalado y se ha golpeado la cabeza contra la pared. Le he pillado llenando el vaso de agua en la taza del inodoro... Así hasta el infinito.
Quizás nos suene alguna de estas situaciones, bastante frecuentes, y generalmente derivadas del despiste de un adulto. Todas ellas pueden ser más o menos graves, pero nada comparado con las imágenes que nos llegan en este espeluznante vídeo. Afortunadamente todo termina bien, pero durante unos segundos nuestro corazón parece que ha dejado de latir.
A veces nos descuidamos, pero hay descuidos que pueden tener consecuencias irreparables. Con niños en casa, muchísimo cuidado con las ventanas. Con las ventanas, con las sillas colocadas junto a la ventana o con cualquier objeto que pueda servir de escalón. La curiosidad de nuestros bebés no tiene límites. Garanticemos un entorno seguro.
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