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Edurne Estévez Bernal
Publicado el jueves, 10 de septiembre de 2015 en Educación y crianza
Tal día como hoy se celebra un triste aniversario a nivel ya no ya de Estados Unidos, sino a escala mundial. Hubo quien tras el atentado contra las torres gemelas de 2001 sintió que perdía su fe en el género humano. Pero también hubo quien vio en los pequeños gestos que se observaron esos días, en la unidad de tantas personas que no se conocían de nada, un resurgir de viejos valores que parecían perdidos.
Con frecuencia se nos planteen dudas acerca de cómo transmitir a nuestros hijos este tipo de situaciones. ¿Cómo contarles lo terrible que puede ser el "mundo exterior"? ¿Qué pasa con los niños que están siendo criados de manera respetuosa, cuando se encuentran ante situaciones de violencia? El psicólogo Ramón Soler ya nos habló de este tema en uno de sus artículos. Una de las frases clave que nos brinda es: "Para que los niños crezcan seguros y confiados, deben sentirse protegidos por sus padres." Un niño seguro y confiado, porque ha visto cubiertas sus necesidades de amor, apoyo y seguridad en su infancia, será desde luego un adulto con muchas más posibilidades de tener fe en la humanidad.
Con respecto a esos pequeños o grandes gestos filantrópicos...¿nos hemos parado a pensar qué sucede cuando uno mismo realiza una "buena acción"? La palabra clave es ¡OXITOCINA! Efectivamente, la oxitocina, la llamada hormona del amor, no está únicamente presente en el parto y la lactancia. La oxitocina es una hormona que se libera también durante el orgasmo y cuando realizamos lo que comúnmente se viene denominando (a veces irónicamente) como "la buena acción del día". La oxitocina se libera simplemente con un abrazo, un beso, una mirada a los ojos de ese ser querido. Es esa especie de calorcito que nos recorre la espalda, ese bienestar, esas ganas de sonreír. ¡Ojalá la oxitocina fuese lo que moviera el mundo! Si quieres saber más sobre esta hormona, te recomendamos la lectura del libro Oxitocina, de K. Uvnas Moberg.
Pese a todo esto, a veces nos hace falta un recordatorio, un pequeño "post it" que nos devuelva la fe en la humanidad. Por ello, hoy queremos compartir un vídeo con grandes y pequeñas muestras de coraje, de amor y de solidaridad. A nuestro alrededor hay multitud de héroes anónimos; porque no es más héroe quien realiza las hazañas más grandes, sino quien es capaz de cambiar para mejorar la vida de sus semejantes...sean estos personas o animales.
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