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Salas de lactancia en el lugar de trabajo

Edurne Estévez Bernal

Publicado el miércoles, 05 de diciembre de 2018 en Lactancia materna


Hace ya semanas, una de las participantes del grupo virtual de lactancia Crianza Natural en Facebook subió la imagen de la sala de lactancia que su empresa había instalado para mejorar la conciliación a sus trabajadoras lactantes. Quisimos saber más acerca del funcionamiento de este espacio en su lugar de trabajo y también de sus impresiones como usuaria. Esto es lo que nos contó:

“Me encanta esta oportunidad que me ha brindado el Grupo de Lactancia Crianza Natural, para contar mi historia como madre que trabaja fuera de la casa en jornada completa y sobre el rol que juegan nuestros lugares de trabajo para apoyar la lactancia. Mi nombre es Noelia, tengo 27 años y soy esposa y madre de un hermoso bebé de 7 meses. Desde hace 7 años trabajo para la Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos en Costa Rica. Esta corporación, al tener una estructura fundamentada en los principios cooperativos, cuenta con un CEBS (Comité de Educación y Bienestar Social) y es ahí exactamente, en el Centro Médico de Empleados, donde se encuentra ubicada nuestra Salita de Lactancia.

Es un recinto privado, equipado con sillas, mesitas, extractor eléctrico con sus debidos suministros, toallitas y alcohol en gel. Es bastante básica, pero cuenta con todo lo necesario para realizar una extracción tranquila e higiénica. Actualmente somos más de 10 trabajadoras las que acudimos a la salita durante el transcurso del día. Generalmente saco una cita o dos para reservar el espacio, porque dependiendo de mi agenda trato de ir dos veces, una durante la mañana y otra por la tarde.

Pero más que un lugar para extraerme leche, contar con una sala de lactancia representa un apoyo en la labor que estoy haciendo como madre; una ayuda fundamental para continuar con mi lactancia después de mi licencia de maternidad, un estímulo para continuar todos los días.

Sinceramente, y a raíz de meditar en mi historia, estoy casi segura de que si hubiera tenido dificultades para extraerme leche en mis horas laborales, mi lactancia hubiera fracasado ya hace varios meses. También considero que el apoyo patronal a la lactancia materna no se limita simplemente en disponer de un espacio físico para ese fin, tiene que ser un tema de cultura organizativa, respetando los horarios y entendiendo que no solo es una necesidad fisiológica, como por ejemplo ir a orinar, sino que va más allá de eso: es un aporte enorme a la sociedad el criar niños con leche materna.

En Costa Rica contamos con una legislación que exige a las empresas contar con una sala de lactancia después de un determinado número de mujeres trabajando, y también en la nueva reforma procesal laboral se estipula claramente que contamos con una hora diaria para lactancia.

Espero que mi historia sirva como ejemplo para otras empresas a nivel de Latinoamérica, para avanzar a paso firme en el apoyo de la lactancia materna.“

Ciertamente, y visto desde fuera, la disponibilidad de una sala de lactancia para uso de las madres trabajadoras puede verse como una medida insuficiente para promover la lactancia materna. Sin embargo, no podemos perder de vista la situación que viven otras muchas madres al intentar compatibilizar su vida laboral con la lactancia materna: extracciones casi clandestinas, en el cuarto de baño cuando no directamente sobre el retrete, escapadas para una extracción manual de alivio mientras parte del personal utiliza ese mismo tiempo para tomar un descanso o incluso salir a fumar un cigarrillo, e incluso justificaciones sin fin acerca de la edad del bebé, su necesidad y/o la intención materna de prolongar la lactancia, lo que sea menester.

Con este panorama tan poco alentador, que la empresa implante una sala de lactancia para facilitar la tarea a las madres lactantes es, cuando menos, un reconocimiento. Reconocimiento a la lactancia materna, a la crianza, a la maternidad, a la necesidad de madres y bebés de continuar su vínculo más allá de las obligaciones que el mercado les impone. Porque reincorporarse al trabajo remunerado, si bien no es la situación ideal para ambos, no debería ser razón para abandonar la lactancia materna. Todo lo que sean medidas de mejora, bienvenidas sean.


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