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Edurne Estévez Bernal
Publicado el jueves, 01 de octubre de 2015 en Llevar a tu bebé
Un año más, a principios del mes de octubre se celebra la Semana Internacional de la Crianza en Brazos. Aunque para llevar cerca a nuestros pequeños no hay una fecha, es cierto que esta semana señalada al año nos trae siempre un lema para reflexionar y recordar el por qué llevarlos cerca... además de por el mero placer de hacerlo. En 2015 el lema elegido es "Embrace Your World" ("Abraza Tu Mundo").
¿Qué es lo que supone llevar a nuestros hijos en un portabebé? Desde luego, es la mejor manera que tenemos de "abrazar nuestro mundo". Los bebés comienzan a relacionarse con el mundo a través de nuestros ojos, a nuestra altura, viendo lo que nosotros vemos, escuchando nuestras frases y nuestros susurros, y sintiendo las caricias en esas cabecitas suaves y calentitas. El contacto continuo, que provee de seguridad, amor y confianza, es también el que les da la medida del mundo que les rodea.
Llevamos a nuestro bebé de pocos días, casi siempre dormido al calor de nuestro pecho... pero, según van pasando las semanas, nos damos cuenta de que tenemos encima a un curioso en potencia, que ya no se duerme tan fácilmente, sino que muchas veces prefiere ir viendo y escuchando todo lo que sucede a su alrededor. ¡Qué diferencia entre ver un parque en brazos de mamá o papá a hacerlo tumbado en un carrito! Niños jugando, abuelitos paseando, perros que caminan junto a sus dueños, la paloma que se posa en una ventana... Desde luego, les da una perspectiva bien completa y diferente. Cantar, jugar, conversar... aunque aún no respondan, son prácticas corrientes de las madres y padres "porteadores" hacia sus pequeños mientras caminan unidos.
También para nosotros, los adultos, llevar a nuestros bebés y niños es una manera especial de abrazar nuestro mundo y relacionarnos con nuestro entorno. Nos permite realizar un montón de actividades que, de otra manera, usando un cochecito de bebé, quizás serían mucho más complicadas. Subir al transporte público, movernos por lugares con escaleras, asistir a una charla, recoger a nuestros hijos mayores del colegio o salir de excursión, ¡todo es mucho más sencillo! Todo esto sin contar con la razón principal y más poderosa por la que porteamos a nuestros pequeños: sentirles cerca. Oler su aroma, sentir su calor, coger esas manitas mientras caminamos, contarles cómo es el mundo alrededor, cantar canciones tontas y reír juntos. ¿Qué mejor manera que abrazar nuestro mundo que hacerlo juntos?
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