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Publicado el miércoles, 15 de octubre de 2008. Revisado el miércoles, 23 de septiembre de 2009.
Autor: Kelly Bonyata
Tiempo medio de lectura: 4 minutos y 8 segundos
¿Tengo un bebé despistado?
Se agarra, succiona un instante, se suelta… Se agarra, succiona un instante, se suelta… Mama durante un minuto, luego se aparta para sonreír a mamá. Vuelve a mamar durante un minuto, y se aparta para ver quién acaba de entrar en la habitación. Mama durante un minuto, y se aparta para ver la tele. Y otra vez, succiona por un momento, y se aparta porque el perro estaba moviendo la cola.
¿Te resulta familiar? El bebé empieza a mamar y justo en el momento en que empieza a salir la leche, se aparta y no para de moverse en tu regazo.
Los bebés de entre dos y seis meses suelen soltar el pecho ante la más mínima distracción (real o imaginaria), e incluso olvidan soltarlo antes de darse la vuelta (¡ay!). Se trata de una etapa más de su desarrollo que puede resultar bastante molesta, cuyo momento álgido se da entre los cuatro y cinco meses. Alrededor de los dos meses, tu bebé será capaz de ver con claridad los objetos de la habitación. Alrededor de los tres meses, empezará a estar despierto más tiempo y sentirá más interés por su entorno. Además, está empezando a reconocer que es algo distinto de mamá. Todo esto puede hacer que se despiste con mayor facilidad. Cuando el bebé empieza a ser consciente del resto del mundo, le resultará difícil concentrarse en tomar el pecho. En fin, no se puede estar en misa y repicando. A medida que crezca, aprenderá a mamar y prestar atención al mundo externo al mismo tiempo.
Esta distracción también es frecuente alrededor de los 8 y 10 meses, y puede hacer creer a la madre que su bebé se está destetando. Si tu bebé tiene menos de 1 año, es muy improbable que se quiera destetar, se trata sólo de un desinterés temporal. Es muy poco común que un bebé menor de 1 año se destete por sí mismo.
¿Qué puedo hacer?
A muchas madres les resulta muy difícil amamantar a un bebé despistado, y a veces incluso lo interpretan personalizando la situación (“Ya no quiero a mi mamá” o “Ya no quiero tomar el pecho”). Como mínimo, puede ser una situación frustrante. Por otra parte, en esta etapa, al dar el pecho con menos frecuencia y durante menos tiempo, puede reducirse la producción de leche, así que puede ser buena idea hacer lo posible por conseguir unas cuantas tomas completas al cabo del día.
Mientras dure esta etapa, es posible que el bebé necesite un lugar tranquilo para tomar el pecho, o bien más tomas nocturnas hasta que sea capaz de controlar sus distracciones. Aprovecha las tomas nocturnas durante esta fase, da igual a qué hora ingiere el bebé las calorías que necesita por cada periodo de 24 horas. Un estudio mostró que los bebés mayores pueden consumir durante la noche nada menos que un 25% de la leche materna que ingieren a diario, en parte debido a que durante el día se distraen con facilidad.
Amamantar en un lugar tranquilo, oscuro y aburrido puede ser de gran ayuda. Habla en voz baja, con suavidad, si es que tienes que hablar. Prueba a dar el pecho acostada, aprovechando una siesta. Tapa al bebé con un fular, o ponlo en un portabebés para mamar. También puede ir bien darle el pecho en movimiento, mientras caminas; eso puede ayudar a tu bebé a centrar su atención en lo que está haciendo. Trata de aprovechar los momentos en que tu bebé puede estar más interesado; por ejemplo, cuando se acaba de despertar, cuando está un poco adormilado, o incluso mientras está dormido. Ten en cuenta que el hecho de que suelte el pecho seguramente no significa que haya terminado, puede ser sólo una indicación de que ha visto u oído algo interesante en la habitación. Cuando se suelte, intenta persuadirlo suavemente para que vuelva al pecho, unas cuantas veces antes de terminar.
Si el bebé se da la vuelta sin soltar el pecho, introduce enseguida un dedo entre su boca y la areola para interrumpir la succión. También puedes probar la posición de rugby, que permite un mejor control de su cabeza, o acunado en una bandolera o fular portabebés. A veces, es posible que el bebé llegue a morder en estas situaciones.
Si el bebé no se está alimentado suficientemente debido a estas distracciones, ofrécele el pecho muy a menudo, aunque no lo pida. Trata de recuperar el tiempo perdido dándole con más frecuencia durante la noche. Los bebés mayorcitos pueden mamar con mayor interés si pruebas posiciones diferentes y novedosas, en las que ellos tengan mayor control; por ejemplo, de pie, sentados a caballito de cara a ti, etc.
Fuente: http://www.kellymom.com/babyconcerns/distractible-baby.html
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Kelly Bonyata es consultora de lactancia certificada internacional (IBCLC) y miembro de varias asociaciones de lactancia de EE.UU. Es además la fundadora de kellymom.com, una web de prestigio internacional sobre temas de lactancia.
Documentos de Kelly Bonyata publicados en Crianza Natural