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Contra el tiempo boca abajo

Publicado el jueves, 29 de agosto de 2019. Revisado el jueves, 29 de agosto de 2019.
Autor: Janet Lansbury
Tiempo medio de lectura: 5 minutos y 26 segundos

¿Le gusta a tu bebé estar boca abajo? A la mayoría no y es razonable. Hasta que pueden ponerse boca abajo por sí mismos, la mayoría lo encuentra incómodo, inmovilizador y, sin duda, muy desalentador.

Pero se nos pide que confiemos en los estudios recientes sobre plagiocefalia (cabeza aplanada) en vez de escuchar a nuestros bebés, estudios que no tienen en cuenta el hecho de que los bebés pasan más tiempo que nunca en dispositivos restrictivos (como sillas para el coche, carritos y hamacas) que les impide hacer lo que la naturaleza ha previsto que hagan: redondear la parte posterior de la cabeza al girarla de lado a lado.

En cambio, la posición de espaldas y la exitosa campaña «Back to Sleep» (que ha reducido a la mitad la tasa de SMSL en EEUU desde que comenzó en el año 1992) han sido señalados como los culpables. Entonces, en lugar de entender estos estudios como un reflejo de la necesidad de más tiempo de movimiento libre en el suelo durante las horas de vigilia del bebé, muchos expertos han llegado a la conclusión de que es necesario imponer un tiempo boca abajo.

En este perspicaz artículo, Irene Lyon, experta en el método Feldenkrais y la somatización, arroja luz sobre los valiosos procesos de desarrollo que se ven obstaculizados cuando se impone un tiempo boca abajo y nos ayuda a contemplarlo desde el punto de vista de nuestro bebé. Irene escribe:

¿Alguna vez te han administrado anestesia local para una cirugía dental?

Las encías, los músculos faciales, los gestos, sonreír, hablar, comer; todo se vuelve raro y no puedes controlar la zona de la boca hasta que pasa la anestesia. Te sientes como un poco tonto o imbécil, ¿verdad?

Ahora imagina esto.

Estás boca abajo, tumbado en el suelo. Quieres levantar la cabeza. Pero alguien te acaba de inyectar en los músculos extensores de la espalda (los que te permiten levantarte del suelo y levantar la cabeza) el mismo anestésico local que usan los dentistas. Los músculos encargados de levantar la cabeza y el pecho sencillamente se adormecen. Incluso es difícil coordinar los hombros y los brazos para incorporarse porque, por desgracia, también interactúan con los extensores de la espalda. Podrías decir: "Maldita sea, cómo me pesa la cabeza. Qué batalla ¡Me siento completamente indefenso!».

Este es exactamente el mismo escenario en que se encuentran los bebés durante el rato en que se les pone boca abajo. La única diferencia es que el bebé aún no puede hablar para decir: «Oye, qué está pasando, esto es horrible. Me siento incómodo. ¡AYUDA!»

Tumbar a los bebés sobre su barriga sin que hayan llegado a hacerlo por sí mismos es análogo a inyectarles anestesia local en los músculos extensores de la espalda. Están paralizados y no pueden acceder a esos músculos, principalmente porque el acto real de darse la vuelta, desde tumbado de espaldas a tumbado boca abajo (¡algo para lo que se necesitan meses!), es lo que forma las curvas espinales (lumbares, torácicas y cervicales) y a su vez, lo que fortalece los músculos de la espalda.

¿Has tenido la oportunidad de ver "Baby Liv"?

Antes de seguir leyendo, echa un vistazo de 3 minutos a Baby Liv. Observa el proceso de Baby Liv yendo desde su espalda, hacia un lado, hacia la barriga (y hacia todas las posiciones intermedias).

Después, me gustaría resumirte lo que sucede desde una perspectiva funcional y estructural. En concreto, ¿qué es lo que ocurre para que ella misma decida tumbarse boca abajo?


Este video fue grabado durante varios meses.

  • 20 segundos: Está bastante quieta, pero se aprecia el movimiento del ojo, hacia la derecha y hacia la izquierda; con eso está preparando su columna vertebral para rotar. Por ahora, está haciendo pequeñas aproximaciones hacia la rotación. (Inténtalo tú mismo, mueve los ojos hacia la izquierda y hacia la derecha. Si te das cuenta, tu cuello y cabeza quieren moverse en la misma dirección que los ojos).

    Después mira las yemas de sus dedos. Esta mirada hacia arriba está formando las curvas en la parte superior de su columna vertebral (la zona cervical); a decir verdad, está poniendo en comunicación todo su cuerpo. El apoyo que encuentra en el suelo bajo ella, de pies a cabeza, es esencial para este movimiento (para todos los movimientos, en realidad).
  • 41 segundos: Se puede apreciar una mayor fluidez en toda ella, así como más intención de movimiento.
  • 1 min: Mueve mucho las piernas, lo cual conviene a su espina dorsal... ¡Se asemeja al movimiento de una serpiente!
  • 1.15: Está cerca de lograr el giro. Este movimiento aparentemente inocente conlleva un gran impacto en lo que se refiere al desarrollo. Ese pequeño empujón y rotación con el pie supone el primer paso de la extensión espinal y del uso de sus músculos de la espalda. Al levantar ambas piernas inclina su pelvis y apoya en el suelo la parte baja de la espalda. Este apoyo supone el opuesto de su curva lumbar. Está alargando los músculos de su espalda. Este alargamiento le proporciona 'energía' en los músculos de la espalda y una mayor capacidad para usarlos.
  • 2.09: Sucede rápidamente, pero se puede apreciar que su cabecita se levanta del suelo al buscar a la jirafa Sophie. ¡Bingo! Esta pequeña elevación sucede porque el resto de su cuerpo, debajo, ha encontrado el soporte necesario y es funcional a la hora de quitar peso a su cabeza. Todas las piezas comienzan a encajar.
  • 2.18: Está muy feliz. Permanece por sí misma (piensa en la autoconfianza) con su cabeza en alto con todo el apoyo que le proporcionan su pelvis, manos y piernas. Se sujeta en varias partes del suelo y está aprendiendo a utilizar todo lo que le rodea para moverse. Se puede apreciar como en este momento en que levanta su cuerpo no hay impacto en la zona del cuello, desarrollando curvas espinales limpias.

    No se trata de precipitarse y «fortalecer los músculos» per se; se trata de realizar de manera funcional los movimientos que busca nuestro sistema nervioso, y luego dejar que los músculos y la naturaleza hagan su trabajo.
  • 2.44-2.46: Ya muestra una gran habilidad para controlar su rotación y movimiento. Lo tiene dominado. Se siente bien. ¡Se está divirtiendo!

Sobre Janet Lansbury
Janet Lansbury, ex actriz y modelo, comenzó su pasión por la educación de madres y padres cuando ella misma se convirtió en madre y buscó la orientación de la experta infantil Magda Gerber para luego formase con ella profesionalmente. Durante los últimos 20 años, Janet ha impartido clases de crianza en RIE (Resources for Infant Educarers) en Los Ángeles, de la cual forma parte de la junta directiva, ha presentado numerosas conferencias sobre primera infancia y ha escrito diferentes artículos sobre el tema.

En la actualidad ofrece su apoyo a cientos de miles de padres en todo el mundo a través de su sitio web JanetLansbury.com, compartiendo ideas obtenidas a través de sus clases de crianza y experiencias personales como madre de tres hijos. Janet alienta a los padres y profesionales del cuidado infantil a percibir a los bebés como seres humanos únicos y capaces con habilidades naturales para aprender sin que se les enseñe, para desarrollar habilidades motoras y cognitivas, comunicar, enfrentarse a los retos de su edad, a iniciar y dirigir juegos independientes por períodos prolongados, y mucho más.

Es autora del libro Hacia otro nivel de cuidado.

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