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Publicado el jueves, 14 de mayo de 2020. Revisado el miércoles, 27 de mayo de 2020.
Autor: Arancha Cuéllar
Tiempo medio de lectura: 5 minutos y 35 segundos
En medio de la pandemia del coronavirus que está asolando al mundo, existe un colectivo, aún muy desconocido en España, que va a crecer: el de las madres de día. Y va a crecer, porque es una profesión que se traducirá en oportunidad laboral para muchas mujeres, también para hombres, profesionales de la educación, que buscarán en el autoempleo una salida de futuro tras el confinamiento.
El crecimiento de las madres de día no va a ser una casualidad sobrevenida, sino que va a ir acompañado de la situación coyuntural y del nuevo panorama que se avecina. Un panorama en el que las familias se preocuparán de buscar opciones más seguras donde dejar a sus bebés cuando deban incorporarse físicamente a su lugar de trabajo. Lugares más pequeños en los que el riesgo de contagio de virus disminuya, ya que una madre de día solo podrá acoger a un máximo de entre 3 y 4 niños de 0-3 años. Y lo hará en su propio hogar, un espacio que será verificado por las instituciones como que cumple perfectamente con las condiciones de higiene y seguridad exigidas para ofrecer una atención individualizada de calidad.
¿Quién puede ser madre de día?
Madre de día no es cualquier persona que decida cuidar niños en su casa por su cuenta y riesgo. Ni siquiera tener hijos propios cuenta como plus para llegar a serlo. Madre de día es una profesional de la educación a quien se le exige por ley tener la titulación de Magisterio con especialidad en Educación Infantil, Técnico Superior en Educación Infantil, Psicología o Pedagogía. Por tanto, para ser madre de día, primero hay que estar en posesión de una de estas titulaciones y luego estar dispuesta a comenzar un largo recorrido cuyo final será la ilusión de ver un sueño cumplido: un proyecto lleno de vida y de futuro.
Y es que para ser madre de día es imprescindible tener bien presente que otra mirada hacia la infancia es posible. Por tanto, un título por sí solo no vale para serlo.
La Red Nacional de Madres de Día, que integra a la mayoría de profesionales que conforman este colectivo, exige entre sus requisitos de pertenencia una formación continua y continuada y unos conocimientos profundos en pedagogías respetuosas como Montessori, Waldorf y Pikler, donde se prioriza el movimiento libre, el contacto con la naturaleza y el uso de materiales nobles.
¿Por dónde empezar?
Un buen comienzo para toda persona que desee ser madre de día es ponerse en contacto con la mencionada Red, a través de su página web. Ahí te asesorarán e informarán de primera mano de todos los requisitos y pasos a seguir para formar parte de este colectivo y hacerlo con todas las garantías.
Entre los requisitos obligatorios están, por ejemplo, la realización de un curso de iniciación de madre de día y un periodo de prácticas en el hogar de una profesional que acredite llevar al menos un año con su proyecto en marcha.
Además, será imprescindible contar con el título de Primeros Auxilios en niños y bebés, que habrá que ir renovando con la realización de un taller anual. Junto a esto, las madres de día también deben contar con un Certificado de Manipulador de Alimentos, ya que los niños y niñas comen y almuerzan a diario en su hogar, en la mayoría de los casos con menús caseros elaborados por ellas mismas.
Un hogar adaptado y seguro
Por supuesto, el hogar en el que habiten, su propio hogar, debe contar con luz natural y disponer de todas las medidas de seguridad necesarias: esquineras, cierres de seguridad en puertas y ventanas, ausencia de productos tóxicos al alcance de los bebés, extintor en la cocina…
Algo muy necesario es contar con un parque al lado o al menos la posibilidad de un espacio abierto en el que el niño pueda salir a diario. Estamos hablando, por supuesto, de cuando se den todas las condiciones de seguridad tras el fin del estado de alarma. Además, las madres de día también deben disponer de un seguro de responsabilidad civil y del certificado de ausencia de delitos sexuales expedido anualmente por el Ministerio del Interior.
Autónomas o en cooperativa
Aunque la mayoría de las madres de día son autónomas, existe la opción de pertenencia a una cooperativa de trabajo asociado creada precisamente para integrar a este colectivo. En Comunidades donde existe una regulación específica por parte de la administración, es obligatoria la comunicación previa de la actividad a realizar, así como la presentación de una memoria del proyecto, donde se indicará no solo en qué consiste, sino también horarios (limitados a un máximo de jornadas laborales de 8 horas), ratios y precios (de 400 a 550 euros por niño). En cuanto a estos, también deberán comunicarse al comienzo de año a la Dirección General de Consumo.
Además, como cualquier actividad abierta al público, las iniciativas de madres de día también deben contar con hojas de reclamación.
Toda la documentación referente al registro de menores debe estar guardada bajo llave al amparo de la Ley de Protección de Datos, y podrá ser exigida en cualquier momento por parte de la inspección que, generalmente, tiene lugar, como mínimo, una vez al año.
Madres de día en España
Las madres de día existen en España desde el año 2011, integradas en asociaciones como la Red Madres de Día o la Asociación Waldorf de Madres de Día. En lugares como la Comunidad de Madrid se contemplan desde 2015 como una opción más de tutela regulada por la Consejería de Asuntos Sociales y Familia, y cuentan con una asociación específica de reciente creación: Asociación Madres de Día de Madrid. En Navarra están reguladas a través de la “orden foral sobre servicio de atención a menores de tres años en el domicilio de las cuidadoras”. Tienen presencia también, integradas en asociaciones regionales, en Cataluña (Llars de Criança), Galicia, Navarra, País Vasco, Asturias, Comunidad Valenciana, Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Murcia, Andalucía, Canarias y Baleares.
En Europa y otras partes del mundo, las madres de día están muy extendidas y son profesionales muy reconocidas. En Alemania (tagesmütter) están incluso subvencionadas por el Estado.
Sin duda, la crisis del coronavirus marcará un antes y un después en las vidas de las personas. Un antes y un después que no será ajeno a este colectivo que, muy probablemente, albergará una oportunidad de futuro para muchas mujeres (y también hombres) que podrán iniciar un nuevo camino en su vida. Un camino que será largo, pero no imposible.
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Arancha Cuéllar es periodista, educadora infantil y madre de dos niñas. Tiene un proyecto de madre de día en Madrid: https://ludus.org.es/es/la-casita-de-pez-austral, que compagina con la redacción de blogs para empresas. Si quieres conocer más sobre su trayectoria profesional puedes consultar su web https://aranchacuellar.es/
Documentos de Arancha Cuéllar publicados en Crianza Natural